Al automatizar los procesos logísticos, las organizaciones pueden mejorar la productividad y la eficiencia de sus flujos de trabajo; aumentar la transparencia y la trazabilidad en sus cadenas de suministro; y mantener relaciones flexibles y dinámicas con sus grupos de interés.
El principal desafío que atraviesa la industria de la logística es la falta de información en tiempo real para tomar decisiones rápidas y precisas. Por ejemplo, es posible que no se pueda ver qué instalaciones tienen problemas de rendimiento, qué pedidos se han retrasado y por qué, o qué socios no cumplen con sus acuerdos de entrega. Esto puede traducirse en pérdidas monetarias e incrementos en horas de producción.